INDUSTRIA

 
En Guadramiro siempre hubo molinos:
 
Sobre el río Huebra-Yeltes, había un molino de cuatro piedras, que solo dejaba de moler durante los meses de verano. Este molino, hoy aun persiste, conocido como el molino del tio Cesar o del Zagal.
Arcos en el interior del molino.
 
Sobre este mismo río había otro molino, El Molino del Tio Joseillo, hoy en el término municipal de Gema, tras pasar dicha entidad en 1857 a formar parte del término de Yecla de Yeltes. Gema siempre fue anejo de Guadramiro hasta casi el siglo XX, que por cuestiones de cercanía paso a depender de Yecla. Este molino esta a unos pasos  más del termino actual de Guadramiro, pero su dueño siempre fue de Guadramiro, hasta que quedó no hace mucho en completo abandono y desuso, además de ser dependiente de la servidumbre del propio río Huebra. Por ello se le sigue considerando un molino de Guadramiro.
 
 
Había otro molino, temporero, de una sola piedra y se encontraba sobre el arroyo Cascajal.
 
Un cuarto molino había en el Piélago, pero este se hayaba arruinado en 1752. Se decía que este último, en el caso de ser reconstruido, podría producir de rente unas seis fanegas de centeno, segun el Catastro de Ensenada. Lib 1202; fols 14 y ss.
 
Había otro molino, el Molino del Herrero, donde se juntaban los arroyos de los Campijones con el de la Vega, que llevaba ya buen caudad, cercano al término de Encinasola. Hoy en día aun se puede ver parte de los cimientos y paredes.
 
 
Además, en el casco del pueblo había una teneria, donde se curtían pieles de diversos animales. Era propiedad de la cofradía de las Ánimas y rentaba  al año ochenta reales. 
Alguna de las piletas conservadas en las tenerías de Guadramiro.
 
 
 
A cierta distancia del pueblo, unos 500 pasos, sobre el margen derecha del arroyo de la Vega, se encontraban las tenerías para el tratamiento de lino. De las antiguas instalaciones, actualmente se conservan una decena de pilas en forma cuadrangular, excavadas en roca granítica, algunas de las cuales aparecen ya total o parcialmente colmatadas de tierra.
El cultivo del lino cobró, siglos atrás, un cierto auge en Guadramiro, pero fue, sobre todo, la industria lanera, la que en el siglo XVIII, constituyó una actividad principal, que continuó a lo largo del siglo XIX. Guadramiro destacaba como lugar productor de lana dentro del ámbito provincial.
En 1746 en Guadramiro existían 3 casas con 4 telares en total. Al final de este apartado se muestra una referencia de ello, junto con los telares que había en la comarca.
Mapa s. XVIII, según Ma Dolores Mateos.
 
Tales actividades experimentaron una fuerte recesión desde comienzos del siglo XX, hasta llegar a desaparecer a mediados del mismo.
 
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